LA FUSIÓN DE LA MEDICINA Y EL PERIODISMO

viernes, 25 de marzo de 2011

Adicción a las bebidas energéticas: segunda parte

  En el primer post del tema "Adicción a las bebidas energéticas", se trataron aspectos como los componentes de las bebidas energéticas, muchos de los efectos a corto plazo y la dependencia que pueden causar en las personas.
Bebidas energéticas.
Imagen tomada de Prevención y nutrición 2010.

  Sin embargo, quedan otras interrogantes como ¿cuáles son los efectos a largo plazo de quienes ingieren en exceso estas bebidas? ¿Cuál es el efecto de combinar bebidas alcohólicas y energéticas? ¿Por qué no hay legislación en Costa Rica? ¿A quién puede acudir si usted desarrolló dependencia? 

  Así como casos concretos de personas que presentaron casos de dependencia. 

Efectos a largo plazo

  A largo plazo se ha observado que puede existir toxicidad a nivel del hígado, enfermedades del corazón y la tolerancia a las sustancias que contienen, es decir, que si una persona en un principio tomaba dos o tres bebidas para mantenerse despierto en una noche, a largo plazo ya no va a ocupar tres, sino cinco o seis.

Bebidas como un medio para no dormir.
Imagen tomada de El deber.com
  Tal es el caso de Natalia Salas, una joven de 22 años de edad, quien asegura que en un principio ingería dos bebidas por noche cuando debía estudiar, pero que en un plazo de dos meses empezó a tomar cuatro bebidas por noche y una durante el día.

  Esto para poder mantenerse despierta porque no había podido dormir; es decir, en menos de 24 horas tomaba cinco bebidas energéticas.

  La situación continuó hasta que en una oportunidad, empezó a sentir dolor en el pecho, y además expresa que podía sentir cómo su corazón latía más rápido que lo normal. En dicha ocasión tuvo que asistir a un centro médico donde fue atendida; desde ese día asegura que no volvió a ingerir estas bebidas.

  Además, las personas presentarán mayor síndrome de abstinencia, en caso de haber desarrollado algún tipo de dependencia. Es decir, por ejemplo en el caso del café donde personas ingieren más de diez tazas en un día, cuando disminuyen la ingesta pueden presentar dificultad para mantenerse despiertos, fuertes dolores de cabeza y temblores en las manos. 

  Entonces, en el caso de las personas que disminuyen o dejan las bebidas energéticas, muestran una pérdida de la energía, temblores en las manos e incluso en casos extremos contracciones de los músculos sin que el individuo haga algún esfuerzo para contraerlos.  

  Hay que recordar que si una persona tiene predisposición a tener diabetes e ingiere muchas bebidas (seis o más bebidas al día durante un tiempo prolongado), puede desarrollar diabetes mellitus.

 Casos concretos

  Giselle Amador afirma que a lo largo de su trayectoria como especialista en drogodependencia, ha tenido la oportunidad de conocer personas que sufren de adicción a las bebidas energéticas.

  Sin embargo, expresa que los casos todavía son pocos porque es una droga relativamente nueva y la gente apenas está entrando en contacto con ellas. 

  Dentro de los casos concretos se encuentran los siguientes:
  • Un joven  de 24 años quien estaba consumiendo siete bebidas al día; un día empezó a tener la sensación de que no podía respirar y cómo su corazón latía muy rápido. Apenas llegó al servicio de emergencias presentó una fibrilación, producto del exceso de estas sustancias.

    Después de su estadía en el hospital, el cardiólogo lo mandó a tratamiento debido a que el joven confesaba que no podía dejar de consumir estas bebidas a pesar de que lo intentaba.

    Bebidas energéticas y el ejercicio.
    Imagen tomada de Univision.
    • Una señora de 32 años de edad quien decidió hacer ejercicio para bajar de peso, pero ingería estas bebidas para sentirse con mucha energía.

      No obstante, llegó un momento en donde comprendió que para poder asistir al gimnasio necesitaba tomar dos bebidas energéticas.


      De lo contrario no podía hacer ejercicios afirmando que el cuerpo no se sentía en capacidad de aguantar las rutinas en el gimnasio. En esta ocasión la señora acudió por su propia cuenta al IAFA.


      • Una muchacha de 20 años de edad quien tomaba cuatro bebidas al día para poder estudiar durante la noche sin llegar a dormirse. Afirma que llegó el momento en el que acudía al supermercado buscando la bebida que tenía más taurina.

        En una de esas noches inició con gastritis, ansiedad y un malestar generalizado por lo que acudió a un centro médico. Después de haber sido atendida en el hospital, fue mandada a tratamiento por la dependencia.

        Si bien es cierto que estos son solo tres casos concretos, la realidad es que miles de jóvenes de carreras del área de ciencias de la salud e ingenierías, afirman consumir cada vez más bebidas energéticas para poder cumplir con la carga académica. 


        Pero, el problema continúa cuando llegan a vacaciones y siguen con la necesidad de ingerir más de cuatro bebidas al día sin estar afrontando una fuerte carga en los estudios.


        En el caso de la 
      Kinokola, Amador sostiene que el componente principal es la cafeína por lo que viene siendo equivalente a tomar café para el mismo efecto.

        Sin embargo, su principal recomendación es que antes de ingerir algún tipo de bebida o medicamento mejor descanse antes de estudiar o realizar el trabajo. 


        Además, estudiar bajo el efecto de una bebida energética es aprender para el momento y no para la vida, por lo que los y las invitamos a reflexionar ¿es esta la forma en que quiere aprender para la vida?

      Asociación con alcohol

        La asociación entre una bebida energética y una bebida alcohólica es la unión de dos tipos de drogas con cualidades distintas, siendo un peligro líquido para el organismo. 

        Por un lado se tiene el alcohol que es una droga depresora, es decir, la persona va a disminuir su funcionamiento y estado de alerta, hay entorpecimiento de los movimientos; por el otro lado, la bebida energética es una droga estimulante, por lo que la persona va a presentar lo contrario a cuando ingiere alcohol. 

        De ahí que al mezclar ambas drogas, se disimulan los efectos del alcohol, es decir, la persona no siente que está embriagada, no siente disminución en su funcionamiento, no pierde el equilibrio, entre otros.
      Asociación de alcohol con bebidas energéticas.
      Imagen tomada de Aol. Salud. 

        Esto puede ocasionar una depresión severa: los componentes de las bebidas energéticas se metabolizan más rápido que el alcohol, el cual se metaboliza un trago o una cerveza por hora.

        Por lo tanto, finaliza primero el efecto de la bebida energética y entonces se profundizan los efectos del alcohol, lo cual puede llevar a un estado que finalice con un 
      paro respiratorio por un efecto severo a nivel cerebral. 

        Dicho de otra forma, primero la persona se encuentra enérgica y no siente los efectos del alcohol como la embriaguez entonces toma más alcohol, en un estado donde predomina la droga estimuladora sobre la depresora.

        Pero luego de que el organismo logra metabolizar las sustancias de las bebidas energéticas, empiezan a verse los efectos del alcohol pero de una forma más pronunciada, por lo que hay efectos en el cerebro en las áreas que regulan la respiración.

        De ahí que en países europeos, algunos estados de los Estados Unidos y a nivel latinoamericano en países como Argentina hayan prohibido la asociación de ambos líquidos. 

      Legislación costarricense


        En el caso de Costa Rica no hay una ley que regule la producción, distribución, venta o promoción de las bebidas energéticas. Incluso, no hay algún tipo de legislación que regule la venta a personas menores de edad o más específicamente a niños, de quienes se han presentado casos en emergencias de los principales hospitales del país por taquicardia y pérdida del conocimiento.


        A nivel internacional no hay países que prohíban del todo estas bebidas porque siguen siendo legales, constituyen un tipo de droga legal porque lo que presentan son xantinas y sería como prohibir el café.


        Pero, la venta sí es regulada en el sentido de que no se vende a personas menores de edad, la publicidad y campañas de promoción se ajustan a una serie de normativas para que las personas sepan de los efectos secundarios que poseen, pero sobretodo regulación en cuanto a la asociación con otras drogas.

      Giselle Amador, especialista en drogodependencia.

        Para Giselle Amador, el problema principal radica en que la publicidad es engañosa, ya que le expresa a los consumidores que la bebida los hará sentirse mejor, más competitivos, los hace más capaces ante distintas actividades.

        No obstante, esto es falso debido a que dos horas después de la ingesta se vuelve al estado normal pero con mayor cansancio por el esfuerzo que el cuerpo tuvo que realizar, por lo que generalmente es aquí donde la persona tiene que tomar una sustancia más, convirtiéndose en una dependencia.

        En el caso costarricense para drogas como el alcohol, el IAFA es el encargado de regular la publicidad, y en el caso del cigarrillo lo hace el Ministerio de Salud.


        No obstante, en la ley de creación del IAFA no existe ningún artículo en el cual se haga relación a las bebidas energéticas, y lo mismo pasa con el Ministerio de Salud. Por lo tanto ¿quién debe encargarse de esta situación?



      ¿A quién debe acudir?


        Si usted es una persona que cree que ha desarrollado dependencia a las bebidas energéticas, puede acudir al
      IAFA, ya que esta es la institución encargada de los problemas de adicción, tanto en lo referente a información como ayuda cuando usted es dependiente o adicto. 

        Sin embargo, recuerde que si usted está manifestando algún efecto en su cuerpo debido a la ingesta de estos líquidos, donde debe acudir es a un centro médico. 

      Síndrome de Abstinencia.
      Imagen tomada de Psico-web.com
        El tratamiento que se les suele dar en un inicio a las personas con problemas de dependencia son un de tranquilizantes: benzodiacepinas

        Además de algunos medicamentos para disminuir el estado de excitabilidad que presentan las personas cuando enfrentan el síndrome de abstinencia. 


        No obstante, el principal tratamiento radica en la
      conducta del individuo e ir disminuyendo progresivamente el consumo, es decir, se impone como reto disminuir una bebida por semana.  

        También se pueden sustituir por otras bebidas que tienen sabores parecidos, pero no cuentan con los mismos componentes como por ejemplo un "Powerade". Esto de la mano de la respectiva terapia. 

        Además, si tiene la necesidad de consumir una de estas bebidas puede mejor salir a correr, ir al cine, escribir o pintar, para que se despeje y no lo atormente el deseo de ingerir; más si se trata de una recaída, ya que ese deseo no se va a quitar en poco tiempo.

        Es necesario recordar que no todos los organismos pueden reaccionar igual ante los componentes de las bebidas energéticas, así como tampoco la ingesta de uno de estos líquidos de forma esporádica puede generar efectos a largo plazo o adicción. 


        No obstante, cientos de costarricenses podrían estar inmersos en una dependencia o adicción de la cual no hay una legislación ni publicidad contundente, por lo tanto le recomendamos prevenir futuras adicciones o enfermedades porque usted es el único que puede darle un giro saludable a su vida.




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